Jorge Rojas: “Encontrar el disfrute en cada uno de los momentos, lo que no es fácil, eso es vivir”

“Cuando estoy en escena y hay una canción que la cantan por mí, es cuando sentís que todo lo que buscabas como intérprete se hizo realidad”, aseguró el cantautor.


“Cuando estoy en escena y hay una canción que la cantan por mí, es cuando sentís que todo lo que buscabas como intérprete se hizo realidad”, aseguró el cantautor.




«El gran sueño que tengo hoy tiene que ver con lo que puedo dejar a través de la música. Si puedo crecer en letras y melodías, sería de las cosas más lindas que me puedan pasar para con el otro», dijo a LA REPÚBLICA el cantautor y productor argentino Jorge Rojas durante una charla que se dio días atrás cuando el salteño estuvo en nuestro país, visitando y compartiendo con amigos, apenas unos días antes de que vuelva a tocar sus canciones, lo que sucederá el jueves 29 de agosto, en Montevideo, y el viernes 30 en Treinta y Tres.


Cabe recordar que «Mi cantar» es el título de la gira que trae al artista con 25 años de trayectoria de regreso a los escenarios, luego de un período de ausencia necesario, en el que se abocó exclusivamente a la composición de sus nuevos temas y grabación del disco.


Como resultado, Rojas logró hacer canciones inéditas con un abanico rítmico diverso, construcciones distintas a las que estaba acostumbrado y letras con detalles diferentes.


A continuación, Jorge nos muestra su alma, su esencia, a través de las palabras, las que hilvana con sentimiento puro y cristalino, dejándonos tatuado su cantar y su ser.


Cada uno de nosotros tiene una historia de vida particular, y la de los artistas no es la excepción, aunque en sus casos, en algún lado, siempre alguien la escribió con detalles. Pero a la gente le interesa que los énfasis en sus vivencias nos las haga un tercero, sino el mismo artista.


Norte argentino, provincia de Salta, punto tripartito, donde se unen las naciones de Paraguay, Bolivia y Argentina. Ahí está todo el árbol genealógico de mi familia, por varias generaciones, desde mi tataratatara abuelo, los que llegaron como inmigrantes españoles, de parte de mi viejo, e italianos, de parte de mi vieja a ese rincón olvidado de mi país.


Allí se encontraron con los pueblos originarios. Después de varias generaciones, mis hermanos y yo somos el resultado de esa diversidad. A mi viejo y a mi hermano le dicen «el Indio», y de conocer de adentro esa cultura, la diversidad ya hace parte de nuestra identidad. Esa referencia histórica explica de donde viene mi música y lo que hacemos. Ese lugar nos ha dado mucho de lo que hoy expresamos musicalmente.


Salí de la parte rural del monte cuando terminé la Primaria, porque Secundario no había. Llegando a la ciudad fue donde empiezo a conocer más de lo que alguna vez había escuchado solamente por radio. Tuve muchos referentes en lo musical, como los Chalchaleros, los Fronterizos, los Cantores del Alba. Escritores como Jaime Dávalos, Falú. Todos estos los comencé a conocer en mi adolescencia. Antes era sólo música autóctona de mi lugar.


Fue una etapa difícil de mi vida por el desarraigo, porque venía de vivir en un estado casi salvaje, para vivir en la ciudad.


De a poco me fui adaptando hasta que a los 15 años llegué a la capital de Salta. En el colegio cantaba con unos compañeros, hasta que llegué a una peña a probarme. Y desde ahí no paré, fui de peña en peña, canté en dúo, hasta que a los 19, 20 años me llamaron de Los Nocheros para integrarme.


La música se te metió sin que tuvieras oportunidad de negarte


Sin dudas. La música te atrapa. A través de la música fue mi manera de expresarme. Era difícil para mí socializar rápidamente por el lugar de donde venía. El tocar la guitarra me ayudó y el cantar me ayudó muchísimo. Fue un camino hermoso y muy emocionante al principio.


En las fiestas patronales venían músicos, con un violín, un bombo, y la gente bailaba, y a mí me gustaba ir a escuchar a los músicos, estar al lado de ellos.


Siempre me acompañó la música, desde que salí del monte, ya que era mi forma de comunicarme.


¿Fue un «instrumento» de socialización para vos?


Sin dudas. Era mi manera de sentirme un poco más parte de todo.


¿En qué momento decidiste que querías hacer eso para ganarte el pan?


Hasta ese momento no pasaba por mi cabeza. Hasta cuando entré en el grupo tampoco. Ellos llevaban 7 años de carrera y mi incorporación iba de la mano de ir a probar suerte en Buenos Aires. La idea era aguantarse un año y si no pasaba nada, nos volvíamos cada uno para nuestras casas a dedicarnos a otras cosas, lejos de la música. Pero ahí pasó eso que sucedió, que nadie sabía que podría ser así.


Entré en agosto del 93 y para enero del 94, cinco meses después, éramos la consagración del Cosquín. Nos pasaron cosas increíbles en muy poco tiempo. A partir de ahí arrancamos una gira que era una aventura. Todavía no tenía la sensación que iba a ser para toda la vida. A medida que fue pasando el tiempo fui entendiendo otras cosas de la música. Lo del contacto con el otro a través de tu forma de sentir, pensar. Empecé a sentirme parte del mundo de la música.


¿En algún momento pensaste que era un trabajo?


Circunstancias que habían pasado internamente en el grupo hicieron que empezara a dar pasos cortitos. Tuvimos una situación difícil con los autores, porque hasta ahí no escribíamos. Ese fue un clic muy importante en mi vida porque desde ahí empecé a escribir canciones. Y ahí todo cambia, pasé de ser solo un intérprete a hacer también canciones.


Me empecé a sentir parte de eso, tener más responsabilidad, y ahí viene el verdadero cambio. Ahí descubrí la vocación, porque sin ella no tendría la fuerza suficiente para levantarme a hacer las cosas que tenés que hacer cuando descubrís tu vocación. Nada te obliga, vos solo encontrás la voluntad para hacerlo.


Cuando empieza la vocación es donde empieza el sacrificio, porque amás esto y lo hacés. Ahí aprendés la disciplina necesaria para poder conseguir un objetivo.


En esos años iban pasando esas cosas, empecé a aprender todo esto. Paralelamente fui padre.


Entendí el trabajo. Dejó de ser solamente una aventura.


Luego vino la etapa en donde termino la historia con el grupo, después de 13 años, momento difícil, pero fue otro cambio muy importante en mi vida.


Cuando empezás a madurar empiezan a aparecer los no y los verdaderos sí. Los que te identifican, qué te hacen sentir como ser humano, como hombre, como persona.


En ese momento la convivencia se hacía más difícil y sentí la necesidad de detenerme, porque era abrumador.


En el primer momento de la quietud, me apareció eso que viví de niño, de que la música volvía a renovar su lazo conmigo.


Había bajado de la vorágine de giras, y en esa quietud, después de unos meses, agarré la guitarra, y fue como una explosión. Fluyó todo. En pocos meses escribí 30 canciones, y me dio ganas de contarlas, de cantarlas, porque vos querés transmitirle eso que te pasa a la gente.


Ahí empezó una nueva etapa, la de solista.


Esta también tuvo momentos maravillosos, donde apareció algo más transparente, en el sentido de que por alguna razón cuando estás en una agrupación representás un hombre y cuando estás solo, dejás de lado esa piel y estás frente al otro de manera personal.


Y empecé a disfrutarlo


¿Al inicio hubo miedo, por ese salto al vacío, imagino, aunque con la confianza de qué algo había adentro?


Sí, todo eso. Sabía que lo mío era en la música y en esa segunda etapa no buscaba lo que me había pasado, como conocer el éxito a través de la música.


Sentía que me vida iba a seguir rodando en torno a la música, cantando, escribiendo, produciendo, enseñando incluso.


Esta nueva etapa ya lleva una docena de años. En esta etapa de solista pasaron muchas cosas.


Principalmente al arranque estuviste muy rodeado de tu familia


Si, y eso fue maravilloso y contenedor. Sobre todo cuando vas de gira, andar con la familia es un alivio.


Hasta hoy lo son, cuando ya estoy con 25 años cantando, más de 30 discos. Familiarmente hoy estamos desdoblados en varios proyectos en la productora que tenemos.


En uno está el Indio, junto con Alfredo y mi hijo; en otra estoy yo con la música fusión; y otra en trío, Los Rojas, donde vamos los tres hermanos. Son tres propuestas distintas.


En esto hay que despojarse de su ego, y dejarse llevar por estas tres expresiones musicales que conviven al mismo tiempo.


Hoy estoy viviendo la música de manera plena y abierta. No tengo casillero, trabajamos desde la pura raíz folclórica o desde la fusión. Estoy pasando un lindo momento con la música.


¿Como persona, como artista, como te sentís hoy?


Hoy me siento pleno, precisamente por esas cosas, porque se dio el crecimiento como ser humano, y los cambios en las etapas de la vida, siempre fueron para mejor, gracias a Dios.


Siempre siguiendo tu esencia, siendo fiel a vos mismo


Eso es muy importante, el ser honesto siempre contigo mismo. Conocerte y no cargar demasiado peso, no cargar con los prejuicios. Hoy mi propuesta musical está despojada de todo eso, del que dirán. No siento carga. Primero soy honesto conmigo mismo, y a partir de ahí todo es más fácil.


¿Con qué se van encontrar los que vayan a verte el 29 en el Sodre y el 30 en Treinta y Tres, de este «Mi Cantar», que está como tatuado en vos, como se ve en la foto de la tapa del disco?


Este disco se integra completamente en el repertorio, el que venía muy rodado. Ese que era uno de mis objetivos lo cumple. Va entero el 29, y algunas de las de siempre. Venimos con el equipo completo, con músicos, bailarines y toda la parte técnica. Somos unas 20 personas que hacemos el show. Tenemos muchas expectativas. El Sodre es una sala preciosa, enorme, que me ha dado muchas satisfacciones.


Además vamos al interior, a un teatro, no a un festival. Eso es otro desafío.


Esta gira está cargada de muchas cosas. Carlos Malo va a ser el anfitrión y lo voy a subir al escenario cuando toque en el Sodre.


¿Qué sueño tenés, a nivel de tu carrera, después de «Mi Cantar»?


Me pasaron tantas cosas en el viaje. Todas buenas. El sueño es el motorcito que te lleva, que te da la fuerza de voluntad suficiente para encarar el día.


Tampoco quiero perder de vista disfrutar cuando los concretás.


En etapas de mi vida los he disfrutado poco. Cuesta tanto el subir la cuesta, y muchas veces sólo tuve tiempo para secarme el sudor e ir por otra. Hoy le estoy dando espacio a estas cosas.


Hay que disfrutar el camino


Claro. Hay objetivos que te llevan un gran esfuerzo. Hay que tratar de disfrutar esas cosas.


Esto de recorrer me dejó lleno y con ganas de seguir descubriendo cosas.


El gran sueño que tengo hoy tiene que ver lo que puedo dejar a través de la música. Si puedo crecer en letras y melodías, seria de las cosas más lindas que me pueden pasar para con el otro.


¿Es que en esencia buscás conectar con el otro?


Cuando estoy en escena y hay una canción que la cantan por mí, es donde sentís que todo lo que buscaba como intérprete se hizo realidad.


Esta muy bueno tener motivaciones, porque te ayudan a seguir adelante, pero disfrutar el camino es clave.


Y hace un ratio dijiste algo justo, que lo decimos es una canción que hicimos con grandes amigos mexicanos, la que se llama «Viaje», que habla de esto, de disfrutar lo que tenés. Esta dice que hay objetivos, sueños por cumplir, pero sin olvidar de disfrutar el día a día.


Encontrar el disfrute en cada uno de los momentos, lo que no es fácil, eso es vivir.


Jorge Rojas vuelve a Uruguay

Presentará su nuevo disco «Mi Cantar».


Jueves 29 de agosto, 21hs.

Auditorio Nacional del Sodre, Montevideo.


Viernes 30 de agosto, 21hs.

Cine Teatro Municipal, Treinta y Tres.


Entradas por Tickantel en Red Pagos, Abitab, Tienda Inglesa y boletería del auditorio.


«Es un camino recorrido que te va marcando»


Ante la pregunta de qué tiene de todo tu recorrido este nuevo disco «Mi cantar», Jorge dijo que «tiene un poco de todo. Es un camino recorrido que te va marcando.


Lo que quería para este disco, no es que no tenga lo mío propio, sino dar un poco más.


Ahí fue cuando me propuse hacer un disco desde mi raíz, la que reconozco, forma parte de mi esencia musical y tengo sentido de pertenencia, y desde eso, necesitaba echar otro vuelo, el desafío, el crecimiento, la motivación.


En este disco fue por intermedio de un viaje, donde fui solo por mi guitarra, unos cuantos meses. Anduve por acá por Uruguay: «Mi cantar», la canción que da título a este disco surgió acá, un día conversando con amigos en este hotel. Efraín me mostró la melodía, y le dije que me gustaba, y al poquito tiempo empecé a escribir la letra.


Anduve por Chile, Colombia, donde me quede mucho tiempo participando de talleres muy bonitos. En México también. Fue muy intenso. La música, los paisajes, la gente. Salieron 20 canciones, de las que seleccione 10 que están en el disco, que tiene un abanico rítmico que antes no había.


Hay de mis inicios, del rio, de Salta, de todo mi proceso.


Hay detalles lindos, el uso del lenguaje, es que el aprendizaje me motivo, me cambio, me modifico algunas cosas, que incorporé y sume a algunas canciones.


No creo que sea tan distinto, pero quisiera que se dieran cuenta que hay algo, detalles que se puedan reconocer, que es Jorge Rojas, pero con alguna vueltita».


 FUENTE: LA REPÚBLICA (PLURAL)
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