HISTÓRICO | Valentina Raposo, la primera medallista olímpica de Salta

Desde el club Popeye, la dificultad de llegar al hockey grande desde Salta.

Desde el club Popeye, la dificultad de llegar al hockey grande desde Salta.


Se trata de tener mentalidad ganadora y de entrenarse con disciplina, entre los cerros del norte de la Argentina. Cuando llueve en verano, y en invierno, con el frío de las heladas. Valentina Raposo, de 18 años y jugadora del club Popeye, de Salta, es una revelación de las Leonas, medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio. Su participación en el más alto nivel del deporte provocó una sorpresiva alegría en el ámbito del hockey del noroeste del país.


Con medalla asegurada en la final ante Países Bajos, Raposo se convirtió, a sus 18 años, 6 meses y 9 días en la segunda deportista más joven de Argentina en colgarse una presea olímpica. Quedó a cerca del récord de Gabriela Sabatini, que en los Juegos Seúl 1988 logró la plateada en tenis con 18 años, 4 meses y 13 días.


Valentina, que comenzó a jugar a los 6 años, se entrenaba en las Leoncitas, el equipo nacional sub 21, cuando en enero fue sorprendida por una convocatoria al seleccionado mayor. Jugó unos amistosos contra India y se destacó de tal manera que pronto tuvo su debut en un torneo oficial, la Pro League, ante Alemania. Y a la velocidad a la que viaja la bocha en un remate tras un córner corto, Raposo se metió, con muchos argumentos, en la lista para Tokio 2020.


Garra, marca y despliegue caracterizan a la defensora de 18 años que tuvo el pesado legado de cubrir el lugar de la mendocina Silvina D?Elía, que por cuestiones personales decidió dar un paso al costado. Sin embargo, a la salteña no le costó y, además de ganarse el puesto, Valentina se metió en el corazón del equipo argentino.


La jugadora más chica de entre los 12 seleccionados femeninos de hockey que participan de Tokio tuvo su estreno goleador al convertir frente a España, por la segunda fecha del grupo B. Luego, una desafortunada jugada frente a Australia derivó en un gol de las oceánicas; tras su error, la salteña fue consolada por sus compañeras. Y tuvo revancha contra Alemania, por los cuartos de final, cuando selló el pase a la semifinal con un córner corto para el 3-0.


De aquella niña que ya a los 12 años formaba parte de los seleccionados salteños, a la chica de 18 que se encuentra en Tokio con el anhelo de subirse a lo más alto del podio olímpico y en el que se convertirá en la segunda medallista más joven de Argentina. Todo se dio muy rápido para Valentina. Pero todo sugiere que, por talento, constancia y actitud, aquella Leoncita ya convertida en Leona llegó al seleccionado mayor para quedarse.


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