Vecinos del pueblo de Angastaco organizaron una colecta para ayudar al hospital
Vecinos del pueblo de Angastaco iniciaron una colecta para equipar el hospital tras el primer positivo para Covid-19.
Vecinos del pueblo de Angastaco iniciaron una colecta para equipar el hospital tras el primer positivo para Covid-19.
Hace una semana, la noticia conmocionó a todos en Angastaco, el pueblo salteño de los Valles Calchaquíes de unos dos mil habitantes, pasando la Quebrada de las Flechas por la ruta 40. Tras el primer caso de coronavirus, un grupo de vecinos pide ayuda para equipar el hospital: organizaron una colecta para comprar suficientes insumos que van desde elementos de protección para el personal y medicamentos hasta termómetros, oxímetros y tubos de oxígeno o mascarillas.
Con urnas que atraen por sus colores en comercios y esquinas, piden colaboración para fortalecer el sistema sanitario y de seguridad con los elementos esenciales para reducir el riesgo de contagio, detectar a tiempo los casos y aislarlos. Y necesitan una cantidad suficiente como para poder distribuirlos a los puestos sanitarios de los parajes que dependen del hospital angastaqueño Nuestra Señora del Valle.
“El hospital tiene muchas necesidades. El personal tiene barbijos, camisolines, cofias y otros elementos de protección, pero no los suficientes para afrontar el trabajo en esta situación de pandemia. Estamos pensando que sí o sí va a llegar el virus”, cuenta uno de los vecinos, Franco Rodríguez, en diálogo con LA NACION.
Habla por Angastaco Solidario, la campaña que también se puede seguir por Facebook, donde publican los datos de contacto y cómo hacer llegar la ayuda.
Lo más urgente para el equipo de salud local es contar con tubos de oxígeno, máscaras y tubuladuras para asistencia respiratoria, termómetros digitales láser, equipos de protección personal (barbijos quirúrgicos y N95, camisolines, cubre calzado, cofias, máscaras y guantes descartables), mamelucos descartables, oxímetros, máscaras faciales, alcohol en gel y al 70% y rollos de servilletas.
FUENTE: LA NACIÓN