Se recordó la importancia de la Batalla de Cobos

La lucha por la independencia ofrece en cada recodo la posibilidad de descubrir hechos olvidados o poco valorizados de nuestra historia.

La lucha por la independencia ofrece en cada recodo la posibilidad de descubrir hechos olvidados o poco valorizados de nuestra historia.


No se trató solo de un éxodo en Jujuy, una batalla en Tucumán o una batalla en Salta. Para lograr una total independencia hubo mucho más que eso en el proceso de liberación de toda una región del dominio español.


En Buenos Aires se luchaba, negociaba y hasta asesinaba por el poder, nunca se disparó una sola bala contra el verdadero enemigo representado por las tropas leales a Fernando VII, que buscaban reconquistar el Virreinato del Río de la Plata para la corona.


Toda sangre derramada regó suelo norteño. En el puerto tal vez había próceres, pero sin dudas que en el norte había héroes.


Una de esas tantas batallas que se libró en el Valle de Sianca tuvo como escenario el fuerte de Cobos, una batalla de gran importancia para el posterior triunfo en la batalla de Salta, batalla que fue recordada el pasado 20 de febrero con un imponente acto en los campos de Castañares.


Muchos recordaron detalles de ese encuentro bélico, pero nadie dijo nada de lo que pasó en Cobos solo una semana antes, tal vez porque existe un total desconocimiento sobre ese punto de la historia.


Una vez cumplido el acto ordenado por la Asamblea del Año XIII al general Manuel Belgrano, de jurar obediencia a dicha Asamblea y a la bandera por él creada. El jefe del Ejercito del Norte salió en persecución de Pío Tristán, quien estaba al mando del ejército realista y había regresado a Salta luego de que fuera derrotado por la fuerzas patriotas en Tucumán.


Pero había un escollo en el camino que debían superar, un pequeño grupo de soldados realistas había tomado el fuerte de Cobos, y desde allí hacían vigilancia, esperaban por saber el movimiento de Belgrano e informar a su superior. Belgrano ordenó entonces al comandante Antonio Silva que se dirija a Cobos con una partida de soldados y se apoderara del fuerte.


El 14 de febrero Silva informa haber cumplido con la tarea encomendada:


“Serán las ocho de la mañana en que me he posesionado del punto de Cobos por motivo haber encontrado un mozo que me informó que solo habían diez hombres, con este motivo avancé y he tomado prisioneros a seis y el comandante muerto, ochos carabinas, un par de pistolas, y bayoneta una, un machete y seis cananas, manteniéndome en este punto hasta las órdenes de vuestra merced”.


“Cobos, febrero catorce de mil ochocientos trece, Antonio Silva, señor comandante de vanguardia”.


Con esta misiva se informaba a Belgrano la toma del fuerte de Cobos, pero también hubo un informe sobre los soldados enemigos caídos en esa batalla. Nos hay detalles de cuántos soldados utilizó Silva para el combate, a qué hora dio inicio, o cómo fue este ataque sorpresa, pero sí se informa sobre el número y los nombres de los soldados enemigos caídos:


“Sargento mayor de Paruro, Don Martín Indacochea.


Capitán agregado al Real de Lima, Don Juan Urquiza.


Oficial del cuerpo de Cotabomba, Don Pedro Valdivieso.


dem de abancay, Don Bernardino Victoria


dem de caballería Don Benancio Benavídez”.


Se sabe que algunos soldados escaparon con dirección a Salta y fueron ellos quienes informaron a Pío Tristán que las fuerzas de Belgrano estaban muy cerca de Salta. Tristán no esperaba que un ejército de 3.500 hombres cruzara en tan poco tiempo el río Pasaje, que por esa época del año traía mucha agua. Belgrano se instaló en el recuperado fuerte de Cobos y desde allí planifico su avance a Salta. Es resto de la historia es muy conocida, la participación del salteño Apolinario Saravia, quien aconsejó a su general evitar el Portezuelo e ingresar por la cañada de Castañares, que conocía, luego de haber realizado una inspección en Salta.


FUENTE: EL TRIBUNO SALTA


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