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Octavo día de la novena a la Virgen de Urkupiña

En los próximos días se vivirán las festividades en honor a la Virgencita

La Virgen de Urkupiña es una advocación de la Virgen María Asunta, que se venera el 15 de agosto en la ciudad de Quillacollo en la ciudad de Cochabamba (Bolivia). Desde hace años esta devoción llegó a nuestra provincia y al norte Argentino.


Desde el jueves 6 al 14 de agosto, Parroquia Nuestra Señora del Pilar (Mitre 1414) invita al rezo de la Novena en honor a Nuestra Señora de Urkupiña.


NOVENA DE LA VIRGEN DE URKUPIÑA

Día octavo

Invocación al Espíritu Santo
Ven! Espíritu Santo, Ven!,
Por medio de la poderosa intercesión
del Corazón Inmaculado de María, Tu Amadísima Esposa, Ven!
(decir tres veces)

Rezar el Pésame
Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí, pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Tu.
Antes querría haber muerto que haberte ofendido;
y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.

Oración preparatoria para todos los días
Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro, haya sido desamparado. Yo, pecador, animado con tal confianza, acudo a vos oh Madre, Virgen de las vírgenes: a vos vengo, delante de vos me presento gimiendo. No queráis, oh Madre del Verbo, despreciar mis palabras; antes bien, oídlas benignamente y cumplidlas. Amén
(pedir la gracia que se necesita)
Oh, María!, Auxiliadora mía!
haced que el Espíritu Santo,
sea derramado
en esta pobre vasija de barro
y que sea por Él llenada
para purificarla y habitarla,
labrándola a tu semejanza.
Que nuestros gobernantes imiten tus virtudes, cuiden a sus pueblos, y amparen a los necesitados
Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Rezar un Padrenuestro, Ave María y Gloria.

Oración Final
¡Oh Virgen, que superas toda alabanza! Todo lo que tú quieres, lo puedes ante Dios, de quien eres Madre; y, aun cuando nosotros somos pecadores, tú eres dulce madre del Redentor y dulce madre nuestra, y puedes abogar por tus hijos pequeños y pecadores ante tu Hijo altísimo y redentor; a tu nombre se abren las puertas del cielo; en tus manos están todos los tesoros de la divina misericordia; óyenos, oh plácida Virgen y Madre, y, si nos conviene, concédenos las gracias que te pedimos en esta novena. Amén.

Oración a la Virgen de Urkupiña
¡Oh, María! ¡Madre admirable! a tus pies venimos para meditar tus virtudes y celebrar tus alabanzas. Tú serás el objeto ideal de nuestra contemplación; tú el centro y pábulo de nuestro sentimiento, tú el imán de nuestros deseos, muéstrate, pues, tan bella, tan perfecta como eres, a través del grosero y velo de nuestra carne; disipa la niebla de nuestro entendimiento para que te conozcamos con nítida claridad; reanima las fuerzas perdidas del corazón para así amarte como bien lo mereces; subyuga la voluntad rebelde y pervertida a los santos mandatos de tu Divino Hijo. Así esperamos, Madre, no obstante nuestra gran debilidad y miseria; no permitirás que un alma y un corazón que desde hoy se te consagra de verás, permanezca indigno de ti y fuera de la Ley y el amor de tu Hijo. Así mismo, esperamos que al crecer nuestra gratitud, crezca también el número de tus devotos practicando más y más tu culto de veneración y propagando la devoción a tu Asunción Gloriosa. Amén.


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