¡Que en paz descance!

Las palabras que pidió Javier Lamas publicar tras su muerte

Javier dejó una huella imborrable en la comunicación de la provincia de Salta, siendo uno de los pioneros que contribuyó al desarrollo y la consolidación de los medios.

En un día marcado por la tristeza, los salteños lloran la pérdida de uno de sus referentes en el ámbito periodístico. Hoy, 13 de diciembre, falleció el reconocido periodista Javier Lamas, según lo confirmaron sus familiares minutos después de las 14 horas.

Javier Lamas dejó una huella imborrable en la comunicación de la provincia de Salta, siendo uno de los pioneros que contribuyó al desarrollo y la consolidación de los medios. Su inconfundible voz y su dedicación lo convirtieron en una figura querida y respetada en la sociedad salteña.

Con una destacada trayectoria que incluyó su paso por medios emblemáticos como Radio Aries y Multivisión, Javier Lamas no solo informó a la comunidad, sino que también estableció un fuerte vínculo con la audiencia. Su calidez humana, cualidades como compañero y amigo, y su ética profesional lo hicieron destacarse en el ámbito periodístico.

Lamentablemente, Javier atravesaba una dura enfermedad, pero siempre se destacó por su actitud optimista, incluso en los momentos más difíciles. La noticia de su fallecimiento ha conmovido a colegas, amigos y seguidores, quienes recuerdan con cariño su legado y el impacto positivo que tuvo en la comunidad salteña.

Por pedido de Javier, quiso dejar estas palabras:


ADIOS
De alguna manera me fui despidiendo de casi todos, agradecido por la amistad, el buen trato, las enseñanzas, las oportunidades, el afecto y todo lo que la vida me fue regalando.

Todos sabemos que algún día será el último, pero, misteriosamente, no sabemos cuál. Y si alguien te dice que "ese día está cerca", todo cambia. Las emociones, lágrimas, sentimientos en general, se acentúan, se multiplican.

Llorás por lo que no quisiste hacer en su momento y también llorás por lo que hiciste mal o dejaste de hacer.

Ninguno de los que te rodean padecen esos dolores insoportables que te tocan vivir, pero te acompañan y te hacen sentir que están ahí, alivianando el peso.

Son los que te escriben, te llaman, regalan libros o mandan reflexiones.

Y están los que te aman y darían cualquier cosa para que estés mejor. Y se sienten impotentes, débiles y, a veces, hasta inservibles.

Y esa persona es mi vida, mi sol, mis ganas de seguir vivo.

Cecilia fue mi motor. La fuerza que necesité siempre. La que me levantó ante tantas caídas. La mujer que le puso miles de risas a mi boca y dulces besos cuando fue necesario. La que me amó sin condiciones aún cuando no lo merecí. La que me abrazó tan fuerte que estremecía mi alma. La que supo abrigar mis fríos y templar mis pasiones. Ella es la mujer que amé, abracé y soñé siempre. Y la que estuvo conmigo hasta el final.

No sé que hay después. Se, por experiencia, que me voy a quedar en su corazón hasta que a ella también le toque decir "adiós". En ese momento mi existencia habrá terminado.

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