Para pasar el frío

Furor por esta económica estufa: la opción eficiente de enfrentar el frío

Es un artefacto que puede armarse en casa, con pocos materiales. Consume escasa madera y su potencia calórica es asombrosa.

Frente a las bajas temperaturas y a pocos días de comenzar el período invernal, muchas familias salteñas buscan la forma de combatir el frío. En este camino, la "estufa solidaria" se presenta como una opción económica y eficiente.

Su diseño recorre el país y decenas de miles de artefactos se construyeron desde que un grupo de docentes y estudiantes de una escuela técnica la popularizaron. Se necesitan pocos materiales y muchos de ellos pueden conseguirse sin costo alguno o bien reciclando algunos elementos hogareños.

Existen numerosos tutoriales en Youtube sobre cómo armar de forma rápida, económica y sencilla una estufa solidaria.

 En algunos municipios del país, pusieron en marcha talleres para enseñar a los vecinos a construir estos artefactos teniendo en cuenta que una "estufa solidaria" puede llegar a costar entre $4000 y $6000, de acuerdo al tamaño, comparados con los casi 30.000 de una salamandra chica. Además, ostenta otra ventaja interesante: su diseño permite utilizar cualquier tipo de madera, por lo que se pueden aprovechar los residuos de poda, que en esta época son fáciles de conseguir.

Funcionamiento

Especialistas de la Facultad de ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata, donde fabricaron una serie de estos artefactos explicaron, que la estufa utiliza madera o leña que se quema en una primera cámara de combustión. Los gases generados pasan a una segunda cámara, donde se siguen quemando gracias al ingreso de aire secundario. Esto hace que se mejore el rendimiento y se logre una combustión más completa, reduciendo la cantidad de residuos tóxicos que se generan en la primera combustión. Estos gases terminan saliendo por un escape que da al exterior del lugar donde se ubica.

Entre las ventajas de este sistema -agregan- comparado con artefactos de calefacción a gas, es que permite en primera instancia independizarse de este recurso no renovable. Además, en los lugares que aún no cuentan con infraestructura adecuada para su instalación, se puede atacar el problema de la calefacción en el corto plazo mientras se impulsa el desarrollo de los servicios urbanos. 

Fuente: El Tribuno

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