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Cientos de fieles a la Virgen de Urkupiña reafirmaron su fe y hasta rogaron por dólares y pesos pegados en los autos para la "abundancia"

En Salta, una multitud de fieles a la Virgen de Urkupiña celebró el tradicional 15 de agosto en honor a su ascención a los cielos.

La popular celebración en honor a la figura de la Virgen de Urkupiña movilizó a unos cientos de fieles de Salta, siendo una tradición histórica que se conmemora todos los 15 de agosto. Luego de dos años interrumpidos por la pandemia, la clásica congregación de devotos formaron una extensa hilera de automóviles esperando recibir la bendición, en paralelo con la típica celebración de la misa en la parroquia Nuestra Señora del Pilar.

A primera hora de la mañana, una multitud de fieles a "la mamita" renovaron la veneración como todos los años en la popular iglesia Nuestra Señora del Pilar, de la capital salteña. Allí, mientras se llevaba a cabo la santa ceremonia, otros cientos de creyentes organizaron una extensa fila de seis cuadras de vehículos con la imagen de la virgen, esperando ser bendecidos con humo de inciensos por el padre Javier Mamaní, reconocido sacerdote del lugar.

En otra muestra de fidelidad, entre algarabía y un ambiente colorido, los devotos además de llevar la figura de la inmaculada, estamparon en la parte delantera de los vehículos unas réplicas de billetes argentinos, bolivianos y hasta dólares, en un expreso pedido de abundancia a la Virgen de Urkupiña. Además, entre otra clase de pedidos, algunos fieles llevaron figuras pequeñas de casas y vehículos.

Una de las fieles que dijo presente en la procesión, habló con los medios locales y describió a la multitud como "un testimonio de fe de todo el pueblo y de las familias". En tanto, mientras los devotos circulaban por el frente de la parroquia con la imagen de la virgen en sus brazos, la mayoría de los dichos coincidían con la celebración como "especial para todos nosotros" y que "el consuelo de la Virgen nos dará fuerzas para salir adelante".

En tanto, el párroco Mamaní sostuvo que es una fecha especial para "renovar las esperanzas, ser fuerte a los problemas, desafíos y a los dolores que debemos afrontar en nuestra vida". Para esto, pidió continuar por el camino de la fe y que "bajo la protección de Jesús y el consuelo de la virgen podemos salir adelante". "La fe que no se renueva, se pierde", sentenció.

La santa celebración tiene sus inicios en Bolivia, una tradición histórica que se remonta al siglo XVIII. Desde allí se expandió en distinto puntos de Sudamérica, coincidiendo con la fecha del 15 de agosto que estableció la Iglesia Católica, en conmemoración a la ascensión del alma y cuerpo de la Virgen María.

Los historiadores especifican esta tradición especial cuando la figura de la Virgen María se le presentó en reiteradas ocasiones a una niña pastora de un rebaño. Tal es así que los padres de la pequeña comenzaron a sospechar de sus extraños movimientos, y ese fue el momento en el que la niña confesó todo.

La familia se dirigió hacia la colina donde se situaba el rebaño, y allí la niña detalló que la figura de la santa madre se posaba en reiteradas veces delante de ella, y hasta podía mantener una conversación. Al principio sus papás no pensaron que esa situación sea cierta, pero el milagro ocurrió: todos presenciaron la imagen de la Virgen María ascendiendo a los cielos.

El origen del nombre de la Virgen remonta a la vez que la pequeña visualizó el momento sobrenatural y comenzó a gritar en la lengua quechua "Jaqaypiña urqupiña, urqupiña", que significa "ya está en el cerro".

Fuente: Crónica

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