De delivery a médico: la inspiradora historia de un salteño que superó todas las barreras
En un relato que llena el alma y demuestra que con perseverancia y sacrificio se pueden alcanzar los sueños, Luciano Zambrano, de 27 años, logró un hito personal y familiar al convertirse en médico.
El pasado viernes 16, tras siete años de estudio y sacrificios, Luciano recibió su diploma de médico en la Universidad Nacional de La Rioja, un logro que marca un antes y un después en su vida.
Luciano, oriundo de Cerrillos, tuvo que dejar su hogar para perseguir su sueño. Su madre, Ilda Gutiérrez, siempre estuvo a su lado, aunque a la distancia, apoyándolo en cada paso de su camino. "Se convirtió en el primer médico de nuestra familia, y todo comenzó en sus visitas al pediatra", comenta con orgullo Ilda.
Desde pequeño, mostró un interés especial por la medicina. Durante las visitas al Dr. Miguel Ángel Plaza, quien atendía a sus cinco hermanos, el pequeño Luciano se destacaba por su curiosidad. "Voy a ser pedreata", le decía a su mamá, sin poder pronunciar correctamente la palabra.
Su formación comenzó en la escuela Gobernador Manuel Solá de Cerrillos y continuó en el colegio Madre Teresa de Calcuta. Posteriormente, se trasladó a La Rioja para estudiar Medicina. Sin embargo, su camino no estuvo exento de dificultades. En medio de su carrera, la pandemia de COVID-19 cambió todo. Su madre, temerosa por la salud de su familia, le pidió que regresara a casa, y Luciano tuvo que suspender temporalmente sus estudios.
Durante este tiempo, Ilda atravesó momentos de gran angustia. "Por momentos me sentí la peor madre, al ver todas las necesidades que pasaba. Mis otros hijos me decían: ‘él se la bancó mamá'". Luciano no solo se enfrentaba a las exigencias académicas, sino que también trabajaba cortando pasto y como delivery para poder mantenerse.
Finalmente, Luciano culminó sus estudios y celebró su colación de una manera muy especial. Con el ambo de médico, se presentó junto a su madre, que lucía su delantal de maestra. En ese emotivo momento, Ilda le dijo a su hijo: "Se pudo, con un sueldo de maestra se pudo".
Hoy, Luciano Zambrano es un ejemplo viviente de que, contra viento y marea, los sueños pueden hacerse realidad. Su historia inspira a todos aquellos que luchan día a día para alcanzar sus metas, recordándonos que, con determinación y apoyo, todo es posible.