Nació “Karut”, un pichón de cóndor cuyo padre fue rescatado en Salta

Intervinieron especialistas del programa de Conservación del Cóndor Andino.

Intervinieron especialistas del programa de Conservación del Cóndor Andino.


El reloj marcaba las 00.01 cuando un pichón de cóndor empezó a cascar las paredes del huevo. Arremetía con fuerza para salir. Era increíble la velocidad con la que lo hacía. Se adelantó a la hora prevista. En ese instante llovía y en el centro de incubación artificial del Ecoparque de Buenos Aires se escuchó el rugido de un trueno. Ante la mirada asombrada de los especialistas avocados a su cuidado, “Karut” completó su emotivo nacimiento. Su nombre, en lengua tehuelche, significa trueno. Pesó 207 gramos y comió rápidamente los dos primeros gramos de alimento que le brindaron.


l padre del pichón, “Sagta”, es un cóndor adulto que fue rescatado enfermo, hace tres años, en Salta. Lo hallaron en el paraje La Puerta, a 40 kilómetros de Seclantás, y luego lo trasladaron hacia la reserva ubicada en Palermo. Tiene afectada la visión, por lo que no puede ser liberado. Encontrar alimento por sus propios medios es imposible para él y moriría a su suerte.


“En el momento en que estaba dando el último golpe de la cáscara, escuchamos ese rugir impresionante. Ahí nos dimos cuenta de que el condorito venía con nombre propio. Lo bautizamos así en honor a los pueblos originarios que durante miles de año han honrado y honran a esta emblemática especie”, relató la directora ejecutiva del programa Conservación Cóndor Andino (PCCA) de la Fundación Bioandina, Vanesa Astore.


Hoy “Karut” cumple 22 días y se encuentra en excelente estado. Es criado en aislamiento, en cabinas con vidrios espejados. Los especialistas utilizan títeres de látex que representan a sus padres para proporcionarle contención.


“Afortunadamente este pichón tuvo una gran fortaleza. Durante tres días nos quedamos a dormir en el centro de incubación para asistirlo, acompañarlo, como lo hubiesen hecho sus papás en el nido”, puntualizó.


Eluney, la madre del cóndor bebé, al igual que su padre, tampoco puede ser devuelta a su hábitat natural. Tiene problemas en sus alas. Fue rescatada en la provincia de San Luis. Distinto será el destino de Karut, que podrá crecer y volar en libertad. Ese es el objetivo por el que trabajan los miembros del programa de conservación y podría concretarse en 2019.


Si bien, en el marco del PCCA se criaron 65 pichones de esta especie amenazada, hacía 22 años que no había una pareja reproductora en Palermo. Los cóndores maduran a partir de los 12 años y forman parejas.


El rescate de su padre


Cuando “Sagta”, el padre de “Karut”, llegó hace tres años al Ecoparque de Palermo, Buenos Aires, detectaron que no veía bien. “Tiene cataratas, por lo que no puede encontrar el alimento. Por esa razón lo hallaron débil, sin poder volar”, explicó Astore.


La enfermedad se pudo haber desencadenado quizá por la edad o la exposición al sol, dada la problemática de la rotura de la capa de ozono.


“Vimos que no se podía liberarlo porque no iba a lograr alimentarse, entonces se lo derivó y decidimos buscarle una pareja”, sostuvo.


Los miembros del programa Conservación del Cóndor Andino observaron que se llevaba bien con una hembrita, “Eluney”.


El año pasado fue la primera postura de huevos. Los cóndores ponen huevos cada dos o tres años y cada ejemplar vale oro. “Nosotros retiramos el huevo de esa primera postura”, indicó la especialista.


El proceso de incubación duró dos meses. En ese lapso, integrantes del equipo técnico se turnaron para los cuidados intensivos. “Estamos muy contentos de ver que, a pesar de que un animal que tiene la visión disminuida, fue posible trabajar toda la parte biológica. Pudo formar pareja. La hembrita es muy joven, así que por primera vez iniciaba su parte reproductiva. Él no porque llegó adulto y creemos que ya tuvo experiencia en la crianza en vía silvestre. Supo enseñarle todo a Eluney y la verdad que nos maravilla saber que, pese al cautiverio, ellos confían en nosotros y nos dan un pichón para poder devolverlo a la naturaleza”.


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