En Cerrillos, una casa de 150 años cumplió un siglo en manos de una misma familia
Fue erigida por los Guasch Fuenteseca, antes de 1860.
Fue erigida por los Guasch Fuenteseca, antes de 1860.
Una antigua casona del pueblo de Cerrillos cumplió, el 6 de febrero pasado, 100 años en manos de una familia local. Fue fundada a principios del siglo XX por un inmigrante italiano, don Enrique Giampaoli, y una criolla salteña, doña Valentina Peralta.
Se trata de la casa esquina ubicada en la intersección de las calles Sarmiento y Ameghino, detrás de la iglesia del pueblo de Cerrillos, y, que hasta el 6 de febrero de 1919, perteneció a doña Crisanta Fuenteseca de Guasch. Ese día, el amplio caserón, construido entre 1850 y 1860, pasó a manos del matrimonio Giampaoli Peralta. El, era un italiano marquigiano que había arribado a la Argentina en 1901 a bordo del vapor Ravenna; y ella, una criolla de Metán Viejo. Ambos habían adquirido el inmueble por la suma de 600 pesos, en una operación que se había concretado en la escribanía de don Zenón Arias, en Bartolomé Mitre 211 de la ciudad de Salta. Desde entonces y hasta el fallecimiento de don Enrique Giampaoli (1958), el inmueble fue de su propiedad, permaneciendo hasta la actualidad en poder de sus descendientes, Borelli Giampaoli.
Originalmente la casaesquina poseía un frente similar al edificio que actualmente aloja al Museo “Pajarito” Velarde, en nuestra ciudad. Es decir tenía un horcón angular en la esquina y dos puertas sobre las calles laterales.
Años después, en la década de los años 20, y por una exigencia municipal, la esquina angular fue reemplazada por una ochava razón por la cual fue extraído del lugar el viejo horcón de quebracho que aún se conserva en una galería del interior del inmueble.
Poco tiempo después de la adquisición del inmueble, la casaquinta sufrió una reforma. En su amplio terreno, el marchigiano levantó una fábrica de chacinados, emprendimiento que le permitió transformarse en poco tiempo en un importante proveedor de fiambres, embutidos y manteca de cerdo, para los negocios del ramo, de la ciudad de Salta.
La fábrica se mantuvo abierta hasta que el laborioso “marchigiano” decidió cerrarlo luego del fallecimiento de su esposa Valentina, ocurrido en enero de 1944.
Años después (1945) don Enrique dispuso que la propiedad pasara a manos de sus tres hijos, Palmina, Enrique y Sara, disponiendo que la casa fuese para esta última, su hija menor. En 1951, la casona sufrió una nueva reformas interiormente aunque su frente permaneció tal como en 1919.
Actualmente en la casa vive una bisnieta del matrimonio Giampaoli Peralta; se trata de Paola Borelli Franco y su familia.
Hay que destacar que el 25 de agosto de 1948, la vieja casona soportó el terremoto de ese día sin sufrir ni una sola grieta y sin que su techo se deteriore, como ocurrió con otras casas de Cerrillos.
La antigua casona posee techo a dos aguas y la carpintería es de quina canteada a mano con hachuela. Hasta hace dos años su cubierta o techo, era de tejuela y teja muslera, pero esta última, debido al paso de los años, debió ser reemplazada por chapa símil teja.
Fuente: El Tribuno SALTA