Cómo preparar un delicioso clericó para estas fiestas
El clericó es una bebida típica de las fiestas de fin de año.
El clericó es una bebida típica de las fiestas de fin de año.
Cómo preparar el clericó es una sencilla tarea aunque sumamente gratificante a la hora de disfrutarlo. La clave se encuentra en elegir frutas frescas y servirlo a la temperatura ideal. Existen diferentes estilos y gustos, lo recomendable es experimentar con este delicioso maridaje de vinos y frutas, que logra una mixtura perfecta al amalgamar y potenciar los sabores de estos dos ingredientes.
Clásico de las fiestas de fin de año en la mayoría de los países latinoamericanos, el clericó ostenta una versatilidad que permite disfrutarlo en un sinfín de ocasiones. Es un excelente cóctel aperitivo, como también un postre ligero luego de una comida abundante. El secreto para conocer cómo se prepara el clericó perfecto reside en contar con frutas de estación, aquellas que exhiben una exquisita frescura y madurez.
Con la llegada de los días primaverales aumentan los deseos de una alimentación más fresca y natural. Por ello hoy compartimos una receta clásica, para conocer cómo se prepara el clericó.
Cómo se prepara el clericó
Ingredientes
- Frutas de estación a elección (manzanas, peras, uvas, naranjas, kiwis, duraznos, ananá, cerezas, damascos)
- Azúcar
- Vino blanco o rosado
- Hojas de menta fresca
Preparación
Pelar y cortar todas las frutas en cubos de tamaño similar. Colocar las frutas en una jarra de vidrio de dos litros. Agregar el vino. Si se desea, incorporar azúcar, evitando un exceso ya que la fruta aporta suficiente dulzor. Mezclar con una cuchara de madera y llevar a la heladera unas horas, para que se integren bien los sabores. Retirar de la heladera y agregar unas hojitas de menta. Con la ayuda de un cucharón, servir en vasos de trago largo. Consumir bien frío.
Se recomiendan al menos tres tipos de frutas diferentes para preparar un buen clericó. Mucha variedad aporta color pero los sabores pueden uniformarse en la diversidad. Lo ideal es elegir 4 ó 5 frutas de estación y combinarlas a gusto, experimentando con diferentes vinos en cada ocasión. Además de vinos blancos secos y rosados, puede prepararse con vinos dulces y espumantes. Le sugerimos alternar diferentes ingredientes, hasta encontrar la receta que más se adapte a su gusto personal.