Campaña para evitar que los perros se pierdan en las peregrinaciones

Es el tercer año consecutivo en el que esta campaña se lleva a cabo.

Es el tercer año consecutivo en el que esta campaña se lleva a cabo.


“Hagamos un Milagro es el nombre del proyecto creado por una proteccionista capitalina, junto a la fundación San Roque y proteccionistas de animales de toda la provincia se unieron para trabajar durante el tiempo del Milagro, evitando que los perritos se metan en las peregrinaciones, se pierdan de sus lugares de origen y queden extraviados en el centro capitalino.


Es el tercer año consecutivo en el que esta campaña se lleva a cabo y logró reducir a un 80% la cantidad de animales que se suman a las peregrinaciones de las diferentes localidades.


Esta campaña tiene como premisa fundamental el retener e identificar con cintas de colores asignados para cada localidad a los callejeritos del lugar, para evitar que los mismos se sumen y sigan a los caminantes.


Desde sus diferentes redes sociales este equipo busca la concientización de cada habitante de los pueblos, y dejar el mensaje de que los animales no tienen por qué peregrinar y cumplir promesas, además de encargar y comunicarse con cada encargado de los peregrinajes para que los mismos se comuniquen en caso que algún animalito se sume a los mismos.


“Es emocionante el peso que está teniendo el proyecto año tras año , afirmó la creadora Carla Berkhan, que desde Salta capital se encarga de coordinar a cada grupo de localidades.


A su vez, invitó a los salteños, por medio de las redes sociales, a ser parte de esta comunidad. Los interesados pueden ingresar la page de Facebook: Hagamos Un Milagro, o seguir a la cuenta de Instagram @hagamosunmilagrosalta


Colores de las cintas, según el lugar


Las proteccionistas piden que los animales por ejemplo de Metán tengan cinta roja; de Rosario de la Frontera, verde manzana; de J. V. González, amarilla; de Cafayate, naranja flúor; Orán, naranja; El Galpón, azul oscuro; San Antonio de los Cobres, rosa; Tartagal, rosa flúor. También reclaman poner un teléfono.


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