Vísperas de San Francisco: homenaje al Santo de la Naturaleza y los Pobres
Hoy, su legado sigue vivo, recordándonos el valor de la humildad, la generosidad y el respeto por la creación.
En la noche del 3 al 4 de octubre de 1226, falleció San Francisco de Asís, una de las figuras más veneradas de la cristiandad. Nacido como Giovanni di Pietro di Bernardone el 5 de julio de 1182 en la ciudad de Asís, Italia, San Francisco dedicó su vida a una existencia austera y de servicio a los más necesitados, marcando la historia religiosa con su profunda espiritualidad y amor por la naturaleza.
San Francisco es conocido por ser el fundador de la Orden Franciscana, la Orden de las Hermanas Clarisas y la Tercera Orden Seglar, establecidas bajo la autoridad de la Iglesia Católica durante la Edad Media. Estas congregaciones han tenido un impacto duradero, preservando el legado de su devoción a la pobreza, la simplicidad y el amor por todas las criaturas.
El santo es mundialmente reconocido como el patrono de los animales y el medio ambiente, un título que refleja su admiración por la naturaleza y su relación con todas las formas de vida. Inspirador del Papa Francisco, San Francisco de Asís fue canonizado en 1228, apenas dos años después de su fallecimiento. Su tumba se encuentra en la Basílica de Asís, un lugar de peregrinación construido en su honor e inaugurado en 1230.
Hoy, su legado sigue vivo, recordándonos el valor de la humildad, la generosidad y el respeto por la creación.