Se estrena "Ikatsi" un documental sobre las comunidades Wichís de Salta
En el corazón del monte salteño, un grupo de estudiantes, ahora recibidos de la Licenciatura en Comunicación Audiovisual de la Universidad Blas Pascal capturaron la esencia y las dificultades de la comunidad Wichí a través de un conmovedor cortometraje
Un equipo de estudiantes de Comunicación Audiovisual de la Universidad Blas Pascal presentarán un cortometraje sobre la realidad de la vida de esta sociedad, en colaboración con la Asociación Civil "Todo por Todos". Cuándo se estrena.
En el corazón del monte salteño, un grupo de estudiantes, ahora recibidos de la Licenciatura en Comunicación Audiovisual de la Universidad Blas Pascal capturaron la esencia y las dificultades de la comunidad Wichí a través de un conmovedor cortometraje titulado "Ikatsi: voces de comunidades Wichí". Este proyecto, desarrollado como su trabajo final de grado, en colaboración con la Asociación Civil "Todo por Todos" (@todoportodos) , busca visibilizar y reconocer la vida y los desafíos de estas comunidades.
"Ikatsi", que en lengua Wichí significa "estar ahí", acerca a la audiencia a la realidad de la comunidad, sin filtros. Azul Hemmerling y Guillermina Pereda, productoras del cortometraje, junto con Santiago Vegas Pejkovic, el director, embarcaron en este viaje con la intención de dar a conocer las distintas voces de los integrantes de la comunidad.
Santiago Vegas Pejkovic explicó que el subtítulo del cortometraje: "voces de comunidades Wichí", es casi igual de importante que su título, que reflejó el desafío principal del proyecto: representar fielmente las vivencias y sentimientos de los entrevistados. "Queríamos lograr que pareciera estar ahí, que fue el mayor desafío del documental y evidenciar las dificultades que viven ellos pero a través de sus voces", aseguró Vegas Pejkovic en una entrevista con La Voz.
"Nosotros tuvimos que hacer el trabajo a la inversa, porque arrancamos preproduciendo nuestro producto audiovisual y después más tarde hicimos la investigación exhaustiva, pero si, así arrancó nuestro proyecto", contó Pereda.
El trabajo, que duró seis meses desde la preproducción hasta la entrega del producto final, no estuvo exento de desafíos. "Nos pusimos a prepoducir un poco a ciegas porque no sabíamos bien a dónde íbamos", comentó Hemmerling.
Ikatsi: una jóven siendo atendida por los voluntarios médicos. Sin importar todo lo que se prepararon en cuanto a información, entrevistas y documentales, la realidad que conocieron los impactó al llegar al lugar. "Fue intenso. Seis meses intensos", agregó la productora.
Hablamos con toda la gente que pudimos y nos contaron un poco de cómo se vive en estas comunidades, pero al mismo tiempo nos decían: ‘por más que yo te cuente todo esto, no vas a llegar a estar 100% preparado para llegar, ver y vivir, todo lo que te vas a encontrar'", aseguró Azul.
Al llegar a los distintos pueblos enfrentaron una realidad que los dejó en shock. Ese fue el momento en el que sintieron la responsabilidad de generar un impacto. El director del documental mencionó: "Éramos los responsables de poder transmitirlo lo mejor posible porque es una herramienta muy poderosa poder contarle a mucha gente de acá lo que está sucediendo allá."
Junto a la fundación, el equipo de producción, fueron a tres comunidades y comentaban que cada una es un mundo. "Estaban a 10 o 15 kilómetros una de la otra entre ellas, dentro del monte, pero muy cerquitas. En una tenías una escuela, un terciario, internet, luz, kioscos; y en la otra no tenías nada de nada, ni agua. Creo que eso fue lo que más nos impactó y nos movilizó a los tres. Ahí nos dimos cuenta la responsabilidad de contar todo esto, todo lo que se vive", aseguró Hemmerling.
La Asociación Civil, hace aproximadamente 4 o 5 viajes al año con el fin de ayudar a estas comunidades con los recursos necesarios y además con asistencia médica. Estos viajes son los únicos momentos en los que estas comunidades son atendidas por médicos.
En esta oportunidad, en la que participaron los hoy profesionales en comunicación, en la comunidad Wichi se atendieron a un promedio de 1500 personas, en tres jornadas de doce horas.
El establecimiento donde los integrantes de la comunidad son atendidos. La fundación está integrada por voluntarios que son estudiantes de medicina y médicos a cargo de cada especialidad. Los mismos tienen que viajar los fines de semana largos. Cada uno de ellos viaja con la plata de sus bolsillos para ayudar a un otro.
Guillermina comentó que estos voluntarios "van a trabajar de una forma intensa y cada uno a pagarselo por su cuenta. Independientemente de toda la experiencia que como estudiantes pueden ganar, lo hacen por mucha vocación y mucho más los que se reciben y deciden ir como médicos. De verdad una vocación muy grande por hacerlo."
Una idea "entre cabezas"
Vegas Pejkovic contaba cómo se sintió con esta experiencia como profesional, como persona y como integrante de un equipo. "Nos sentimos más profesionales que cuando nos recibimos, me parece que el estar tomando las decisiones allá y sintiéndonos profesionales, técnicamente y éticamente" inició.
Guille, Azul y Santi, los creadores del documental en el pueblo Wichi. Esta pieza, según comentó el director "la íbamos armando entre cabezas, nos separabamos, cada uno iba para su lado y después volvíamos, nos juntabamos, lo charlabamos, veíamos qué nos faltaba y de vuelta nos separabamos para buscar cosas diferentes", continuó.
Los tres, en su momento, estudiantes funcionaron como productores, directores, sonidistas y camarógrafos. "Ese trabajo en equipo y la toma de decisiones cuando estuvimos allá, creo que fue el mayor aprendizaje y la mayor representación de lo que significa ser profesionales", finalizó.
Hemmerling contó que uno de los momentos más impactantes que vivió en esta experiencia fue cuando uno de los voluntarios de la Asociación le pidió que lo ayude a repartir algunas golosinas. "Fue muy fuerte porque los nenes se me tiraban encima literalmente, por un par de caramelos. Terminé de repartir y me tuve que ir a otro lado porque fue muy fuerte toda la situación" comentó la productora del cortometraje.
María cierra el documental. La historia de una jóven que terminó el secundario y estaba estudiando en uno de los terciarios que daban en la comunidad. "Ese fue el relato que más nos impactó, quizás porque también era una jóven que tenía nuestra edad. Y en ese momento pensas,: ‘podría ser yo'", comenzó Pereda.
María comentaba que ella estudiaba la carrera por el simple hecho de estudiar, pero no era lo que ella quería hacer. La jóven comprendía que a través del estudio podía conseguir una mejor realidad o mejores posibilidades que las que puede llegar a conseguir en la comunidad, las cuales son limitadas.
"Pero a ella le gustaría estudiar otra cosa, le gustaría irse de la comunidad para conseguir plata, un buen trabajo, otra realidad y después poder darle a su mamá lo que le haga falta, en cuanto a necesidades muy básicas", continuó la productora.
Los tres integrantes estaban de acuerdo que se llevaban esa historia en el corazón, alguien que comparte una etapa de la vida parecida a estos profesionales pero una realidad completamente distinta a la de ellos. "Es duro saber que tienen la intención y las ganas y que por falta de recursos, porque están en una situación de vulnerabilidad y otras cuestiones, no pueden llegar a donde quieren estar", concluyó.
Presentación del cortometraje
El documental se estrenará el próximo miércoles en el auditorio de la Universidad Blas Pascal a las 17:00, en un evento que también busca visibilizar el trabajo de la fundación "Todo por Todos" y recaudar fondos para continuar con sus operativos en las comunidades wichi. La proyección es gratuita y abierta al público. Además, quienes no puedan asistir podrán ver el documental en YouTube a partir del mismo día./Fmprofesional