Martes 13: la poderosa oración para alejar la mala suerte y tener un gran día
A través de esta poderosa oración podrás sortear toda la mala suerte que genera este día.
El número 13 ha sido asociado con connotaciones negativas en diversas culturas, principalmente por razones religiosas. En la Cábala judía, se considera que hay 13 espíritus malignos, y el número también está vinculado al carnero que Abraham debía sacrificar a Dios, lo que lo convierte en un símbolo relacionado con la muerte.
La conexión del martes 13 con la mala suerte proviene de la deidad romana que le da nombre: Marte, el dios de la guerra. Los romanos creían firmemente en el impacto de los dioses en su vida diaria, por lo que un dios tan violento y conflictivo como Marte no era considerado apropiado para presidir bodas, negocios u otros eventos que necesitaban buenos augurios.
La mezcla del martes y el número 13 como una fecha de mala suerte se originaría de la fusión de las tradiciones romana y cristiana. En ocasiones, también se ha vinculado con la caída de Constantinopla a manos de los otomanos en 1453, aunque esto es incorrecto, ya que el asalto final ocurrió el 29 de mayo.
Para alejar los malos espíritus, se pueden recitar las siguientes oraciones123:
«Espíritus malignos, los reprendo en el nombre de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Les ordeno que abandonen este hogar y nunca más vuelvan.»
«San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.»
«Oh glorioso San Benito, modelo sublime de virtud, purísimo templo del Espíritu Santo, amado del corazón de Jesús, protector de los que te invocan en sus necesidades, tú eres mi refugio y mi guía, mi protector y mi padre espiritual. Te ruego que intercedas por mí ante el trono de la Divina Misericordia, y que me libres de todo mal, de toda tentación, de toda obra del maligno. Bendice mi hogar, mi familia, mi trabajo, y todo lo que me pertenece. Que la santa cruz de Cristo sea mi escudo y mi defensa. Amén.»