Fe y devoción

Familia salteña recibió un milagro de la Virgen de Urkupiña

El milagro que dio la Virgen de Urkupiña a una familia en Salta.

Hace 12 años, Margarita Quispe, una vecina de Cerrillos, vivió un milagro que transformó su vida y su fe. Enfrentada a un diagnóstico médico desalentador durante su embarazo, donde se le advirtió que su hijo nacería con serios problemas de salud, Margarita encontró esperanza y fortaleza en la Virgen de Urkupiña, una advocación venerada con profunda devoción en Bolivia y el norte de Argentina.

La historia de fe de Margarita comenzó cuando, angustiada por las predicciones médicas, su suegra le sugirió que rezara a la "Mamita", como cariñosamente llaman a la Virgen de Urkupiña.

"Los médicos me dijeron que mi hijo no iba a nacer bien, que no podría caminar, ni hablar, que tendría cientos de problemas de salud. Estaba tan mal, pasé todo mi embarazo con esa idea en la cabeza", contó Margarita

Sin embargo, a través de la fuerza de la oración y la milagrosa intercesión de la Virgen, su hijo Francisco nació completamente sano, desafiando todas las expectativas médicas.

Desde que ocurrió el milagro, Margarita le rinde homenaje a la Virgen de Urkupiña cada año, organizando una novena en su casa que año a año crece en tamaño y devoción con el tiempo, atrayendo a numerosos devotos que van a su casa para rezar y agradecer los favores recibidos.

La novena, que se realiza desde el 6 de Agosto, incluye el rezo del rosario, la sahumada de los padrinos y vecinos, y una celebración que culmina con una comida compartida, bebidas y la tradicional danza de la cueca en honor a la Virgen. Margarita asegura que cada año la Virgen tiene un vestido nuevo, y este 18 de agosto, la familia llevará la imagen a la misa en la iglesia de Cerrillos para celebrar la fiesta principal, según informó ElTribuno.

Pero la devoción en la familia Quispe no se detiene en Margarita. Su suegra Antonia, quien introdujo a Margarita a la Virgen de Urkupiña, también es una ferviente devota. Antonia, tras un viaje al santuario de la Virgen en Cochabamba, trajo consigo piedras del santuario, una tradición que simboliza un pedido especial a la Virgen, y que debe ser devuelto al santuario una vez cumplido el favor. Hoy, Antonia reza por la salud de su hija, agradecida por los muchos milagros que vio en su familia gracias a la intercesión de la "Mamita".

La historia de Margarita y su hijo Francisco es un testimonio de fe y esperanza, y un recordatorio del poder de la devoción. En Cerrillos, la Virgen de Urkupiña es más que una imagen; es una fuente de fortaleza para aquellos que, como Margarita, encontraron en ella una guía en momentos de incertidumbre y miedo./Tribuno

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