Fé y esperanza

El papa Francisco canonizará a Carlo Acutis, el primer "santo de internet" en el año 2025

El primer santo millenial tendrá su ceremonia de consagración en abril del 2025.

El joven italiano falleció en 2006 a sus 15 años y hasta el día de hoy la Iglesia Católica lo reconoce por haber realizado dos milagros.

El papa Francisco anunció este miércoles durante la audiencia general, que canonizará al italiano Carlo Acutis, un joven que falleció a los 15 años en 2006 y fue reconocido como el "santo de internet" por difundir su fe y ayudar a los demás mediante las redes.

El evento sucederá durante el Jubileo de los Adolescentes que se celebrará del 24 al 28 de abril de 2025, y dará a conocer al mundo al primer santo millennial, digital y tecnológico de la Iglesia Católica.

Tras los primeros anuncios, las autoridades determinaron que la misa ocurrirá el 27 de abril en el Vaticano y consagrará a Acutis como una de las personas más influyentes entre los jóvenes católicos que acudirán a la ceremonia.

Quién fue Carlos Acutis

El santo de internet nació en 1991 en Londres y falleció en 2006 en Italia a sus 15 años por una leucemia terminante, donde luego fue enterrado en la basílica de Asís.

Tras 18 años de su muerte, su canonización y su declaración como beato en la basílica de San Francisco de Asís, fueron de los procesos más rápidos que se realizaron en la historia de la Iglesia Católica.

Los dos milagros de Acutis

El primer milagro ocurrió el 12 de octubre de 2013 en Campo Grande, en Brasil, cuando la Congregación para las Causas de los Santos determinó como necesario su beatificación frente a una curación inexplicable.

A través de las plegarias y afirmaciones, el joven logró curar a un niño que sufría una enfermedad pancreática para la que no había cura, y donde tiempo después de la visita de Acutis, se descubrió que había sanado.

El segundo milagro que impulsó su canonización, fue la curación de Valeria Valverde, una joven de Costa Rica de 21 que había sufrido un fuerte traumatismo craneal tras caerse de su bicicleta.

Tras las pocas chances y posibilidades de sobrevivir que determinaron los médicos, su madre optó por peregrinar hacia la tumba de Carlo y orar por su ayuda y sanación. Exactamente ese mismo día, su hija volvió a respirar por su cuenta y logró recuperar su salud.


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