Un salteño es el nuevo comandante de la flota de mar

Asumió como comandante del cuerpo que depende de Infantería de Marina, una de las fuerzas de seguridad más importantes del país.

Es un verdadero ejemplo de servicio para la Patria. Ayer por la mañana, en la Plaza de Armas de la Infantería de Marina de la Flota de Mar, se concretó la asunción de Carlos Eduardo Gómez Nolasco como nuevo comandante de la fuerza. Se trata de un salteño que -orgullosamente- quedó al frente del cuerpo de seguridad nacional.

El acto fue presidido por el Comandante de la Infantería de Marina, Contraalmirante Guillermo Pablo Ríos, quien ingresó acompañado por los comandantes entrante y saliente.

A continuación el Comandante saliente pronunció palabras alusivas. “En instantes más se desarrollará el traspaso de la responsabilidad de mando entre un Comandante entrante y uno saliente. Más allá de las formalidades, lo trascendente del momento es que marca el inicio y el final para otro de un ciclo más que importante en la carrera de un oficial de comando”, expresó.

A esto agregó que “este ciclo para mi caso particular se inició hace menos de un año atrás y fugazmente concluye. El mismo se caracterizó por una sucesión de desafíos personales y profesionales, planteados en la realidad que me tocó vivir”.

“Tuve el privilegio y el orgullo de ejercer el comando de esta unidad de nuestra Armada Argentina, ejecutando una operación real, la ‘General Belgrano’, en condiciones excepcionales, producto de la pandemia mundial de COVID-19”, resaltó, para agregar: “Y simultáneamente cumplir la misión principal de alistar, adiestrar y conducir a sus unidades subordinadas en el rol específico del combate anfibio”.

Asimismo agradeció al Comandante de la Infantería de Marina, al Jefe de Estado Mayor y al Estado Mayor del Comando de la Infantería de Marina, a sus comandos paralelos y a diferentes destinos de la Armada. También a sus comandantes subordinados, a su Estado Mayor, a su Segundo Comandante y a su Suboficial Encargado, como también a su familia.

Finalmente, el Capitán de Navío Rojas se dirigió al Capitán de Navío Gómez Nolasco, diciendo: “Estoy entregándole el mando de esta unidad de la Infantería de Marina, cuyo valor más importante es el grado de compromiso para el servicio y la actitud de los hombres y mujeres que la conforman. Le quedará a usted la ardua tarea de trabajar y perfeccionar la aptitud. Sé que posee el espíritu y condiciones necesarias para hacerlo. Le deseo éxitos y la cuota de suerte necesaria para ello”.

Tras la lectura de la orden de designación, el Contraalmirante Ríos tomó juramento y puso en funciones al Capitán de Navío Gómez Nolasco. Luego se procedió al cambio de insignias de mando y se entregó el cofre al Comandante saliente.

Finalmente, el nuevo Comandante requirió la fórmula de Subordinación y Valor, y se entonó la Marcha de la Armada.