Tercer día de la novena a San Cayetano

En el tercer día de la Novena, se reza por la gracia y la ayuda de Dios.

En el tercer día de la Novena, se reza por la gracia y la ayuda de Dios.


ORACION PREPARATORIA PARA TODOS LOS DIAS


Glorioso Padre y Patriarca San Cayetano, maravilloso ejemplar de la perfección cristiana, que en toda la carrera de vuestra preciosa vida fuisteis un vivo retrato de los más célebres Santos de la Universal Iglesia, Santo por vuestras heroicas virtudes, Precursor por vuestras continuas penitencias, Patriarca por vuestras grandes fundaciones, Apóstol por vuestras fructuosas predicaciones, Doctor por la fuerza de vuestras disputas convincentes, Mártir por los crueles tormentos que sufristeis, Angel por el candor de vuestra pureza admirable, Serafín por la ardiente llama de amor divino, en que vivamente os abrasasteis. Singular protector de cuántos se acogen bajo vuestro eficaz poder y amparo; os suplico, Santo mío, por tan sublimes prerrogativas y privilegios con que os ilustró el cielo, me alcancéis del Todopoderoso, gracia para caminar en esta vida por la segura senda de las virtudes, y el que consiga lo que pido en esta Novena, si es para gloria de Dios, honra vuestra y provecho de alma. Amén.


ORACION A MARIA SANTISIMA


Para todos los días de la novena


Santísima Reina e Inmaculada Virgen María, a quien el Omnipotente (cumplida la plenitud de los tiepos en que el Verbo Divino se habia de hacer hombre, para satisfacer la Divina Justicia, ofendida por la original culpa), se dignó elegir para Madre de su Unigénito Hijo, queriendo que desde el instante primero de vuesetro dichoso ser fueseis preservada de toda mancha, para formar un digno tabernáculo de su Divinidad: Yo os suplico, Inmaculada Señora, me alcancéis de vuestro Divino Hijo la gracia de que yo borre con la penitencia las manchas de todas mis culpas y pecados, y pues sois liberal dispensadora de todos sus dones y gracias, haced que yo experimente alguna parte de los dulces afectos de beneficencia que comunicasteis a vuestro amado siervo y protector mío San Cayetano: también os suplico me alcancéis lo que pido en esta Novena, juntamente la paz y concordia de los Príncipes Cristianos, la extirpación de las herejias, y victoria contra infieles, para que unidos todos en perfecta caridad, purificadas nuestras conciencias, celebremos en el misterio de vuesetra concepción inmaculada la excelencia de vuestro ser, y la mayor gloria de vuestro Hijo, quien con el Padre y el Espíritu Santo, vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.


DIA TERCERO


Dios y Señor de los patriarcas, a quienes pusisteis por gobernadores de vuestro escogido pueblo, con la noble idea de conducirlo al delicioso país de la tierra prometida: yo os ofrezco los merecimientos de estos primitivos Padres del antiguo testamento, y los de vuestro portentoso siervo San Cayetano, a quien hicisteis insigne patriarca, fundador de un instituto apostólico, para la reforma del clero, admiración asombrosa de los Padres de la Iglesia, y un continuo milagro de vuestra soberana Providencia: yo os suplico, Padre mío, que por su intercesión me concedáis un espíritu de acertada dirección y ejemplar gobierno, para que caminando con seguridad por la peligrosa senda de este mundo, consiga enderezar mis pasos y los de mis prójimos fijando siempre la vista en el Reino de los Cielos, y los que pido en esta Novena, para honra vuestra y provecho de mi alma. Amén


Se rezarán tres Padre nuestros, Ave Marías y Gloria Patri al final de cada día


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