¡Te vas a sorprender! / Clásicos que bailaste, cantaste y nunca escuchaste con atención sus letras

Las letras de distintos clásicos que forman parte del cancionero popular son sorprendentes.

Las letras de distintos clásicos que forman parte del cancionero popular son sorprendentes.


Los avances por la igualdad de género avivan la reflexión acerca de como fueron tratadas las canciones en Argentina.


“Relajate y gozá. Son solo canciones”, diría nuestro querido amigo Cacho Castaña, pero en estos tiempos de toma de conciencia feminista y de alertas ante la creciente violencia de género, es necesario analizar los temas que forman parte del cancionero popular argentino.


El compositor argentino Edmundo Rivero  grabó “Amablemente”, un éxito con letra de Iván Díez. En ella, un varón descubre a su mina “en el bulín y en otros brazos . Al hombre lo deja irse “porque el hombre no es culpable en estos casos . A ella, “con gran tranquilidad/ amablemente/ le fajó treinta y cuatro puñaladas .



Rivero también grabó “Tortazos”, que dice: “Si cuando lucís tu talle/ con ese coso del brazo/ ¡no te rompo de un tortazo/ por no pegarte en la calle! . Otro de sus hits tangueros fue “Cuando me entrés a fallar”: “Te quiero más que a mi madre/ pero me sobra bravura/ pa’ hacerte saltar pa’ arriba/ cuando me entrés a fallar .



Hombre de tango, Chacho Castaña es la esencia del porteño “atorrante, travieso y aventurero”, y por decantación, “un romántico canalla con fama de mujeriego”. En una de sus tantas canciones, reza: “Si te agarro con otro te mato, te doy una paliza y después me escapo” /“Dicen que soy absorbente, porque siempre quiero tenerte presente / Dicen que soy aburrido porque no me gusta que tengas amigos”.



Monzón -uno de los mejores deportistas de la historia- fue condenado a once años de cárcel por asesinar a Alicia Muñiz en un chalet de aquella ciudad balnearia, en junio de 1989. Más de una década después Bersuit Vergarabat lo reivindicaría en una canción con título emblemático: La argentinidad al palo: “Locatti, Barreda, Monzón y, Cordera también matan por amor”.



Fue compuesta en 2003, cuando el eufemismo del crimen pasional todavía gozaba de plena vigencia. Locatti, Barreda y Monzón, ¿eran asesinos? Para la Bersuit, más bien justicieros amorosos… Gustavo Cordera, uno de los autores de la letra, no sólo los enaltecía sino que él mismo se ubicaba entre ellos. Trece años más tarde el músico, ya en su faceta soltera, se embarró por completo en una polémica de la cual no consigue salir: “Hay mujeres que necesitan ser violadas”, manifestó Cordera. Y fue repudiado con razón.


 


 


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