Destinos escondidos: dos pueblitos secretos en Salta para sorprenderse

El atractivo no es solo de los pueblos, sino también de los caminos para llegar. 

El atractivo no es solo de los pueblos, sino también de los caminos para llegar. 


En Nazareno los turistas no son habituales. “Es que no se ven desconocidos en el pueblo”, explica el comisario José Adrián Cari.


Las escalinatas que suben y bajan son la postal de este pueblo inclinado. Su construcción se apiña entre los cerros y trepa indiscriminada por sus laderas en busca de espacio.


La ruta que aquí llega atraviesa la cancha de fútbol local, uno de los pocos espacios donde el terreno es bien horizontal. El atractivo de este destino aislado es más bien el cómo llegar: el camino acompaña cerros majestuosos de infinitos colores y de alturas imponentes, de abras que son balcones sobre el paisaje, y donde las pastoras cuidan sus rebaños de ovejas en puestos y corrales de piedra que se aferran a las laderas.



Doce kilómetros y 40 minutos en camioneta después de Nazareno viene Poscaya, a 3250 metros de altura y más pequeño aún: el entusiasmo se concentra aquí en los chicos de la escuela, que esperan ansiosos a quien trae historias de lejos.


Los chicos se entusiasman cuando llegan visitantes a este rincón escondido. Y les regalan unas coplas, que cautivan a quien las escuche.



Cómo llegar


Pasado Abra Pampa sobre la RN 9 en la Quebrada de Humahuaca, el pequeño poblado de La Intermedia es el punto de referencia. Allí se toma perpendicularmente la RP 69 de ripio hacia el este justo a la altura de la plaza, que lleva hasta Cangrejillos. Hay poca señalización y algunos desvíos secundarios. De allí por la RP 67 se va al próximo pueblo, El Cóndor, y tras éste el camino comienza a trepar. Luego se llega al Abra del Cóndor donde se cruza la frontera provincial y se entra a Salta. La cornisa que sigue es impresionante, pero segura, y lleva a lo que parece ser el techo del mundo, bien sobre las nubes: es el Abra de Fundición, a 4731 metros de altura. Otras subidas y bajadas, curvas y contracurvas, y el camino arriba a un balcón desde el que se ve Nazareno de lejos. Son cuatro horas de viaje y 112 los kilómetros recorridos desde La Intermedia.


El camino es transitable todo el año con mucha precaución, y con posibles cortes en verano por las lluvias.


Más de Buenas noticias